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 DECLARACION DE UNA PLATAFORMA PARA UN MUNDO DE PAZ

Feministas Internacionales para una Economía del Regalo

Presentado por primera vez en el Foro Mundial y Social en Puerto Alegre, Brazil, 2002

 

Desde el amanecer de los tiempos, los regalos de las mujeres han estado creando y apoyando a la comunidad y hemos luchado para hacer del mundo un lugar mejor. En los últimos años, las mujeres han estado articulando nuevas formas de protesta, negando la guerra y todas las formas de violencia, protegiendo el medio ambiente y toda la vida, creando nuevos espacios políticos y diversos con centros multiples y definiendo las nuevas políticas de cuidado, comunidad, compasión, y conexión.

Las mujeres del Norte y del Sur, especialmente proveniente de los márgenes del privilegio y del poder, están creando visiones alternativas. En las últimas décadas, el creciente movimiento feminista ha desarrollado un análisis, ha cambiado paradigmas, ha construido solidaridad a través de escucharse las unas a las otras. Estamos repensando la democracia, creando nuevos imaginarios, incluso reconceptualizando las fundaciones de la sociedad política.

El movimiento de anti-globalización está basado en el nuevo espacio político que las mujeres han creado. El diálogo global y la red social entre los hombres, tan celebrado hoy como un nuevo logro, viene muchos años después del creciente movimiento global de las mujeres. Pero esto es raramente reconocido y el liderazgo feminista es muy pocas veces invitado. Las perspectivas feministas permanecen totalmente invisibles en la lucha contra la globalización, empobreciendo no solamente a las mujeres sino a la lucha en general.

Nosotras, las mujeres de muchos países, creemos que los elementos letales de la globalización patriarcal capitalista y colonialista están basados, no solamente en el intercambio desigual sino en el mecanismo del intercambio en sí mismo. La creación de la escasez, la globalización de la pobreza espiritual y material y la destrucción de las culturas y de las especies no son fracasos de un sistema que crea riqueza. Son expresiones esenciales de un sistema centralizado y parasítico que niega la lógica del regalar y el maternaje.

Las sociedades tradicionales del regalar integraron la lógica del maternaje en la comunidad entera de muchas maneras. Hoy los sistemas socio-económicos, basados en la lógica del intercambio denigran y niegan el regalar mientras se apropian de los regalos de la mayoría de las mujeres y de muchos hombres, dominando a los que regalan y destruyendo los restos de las sociedades tradicionales del regalar.

Sin embargo, el maternaje es una necesidad para todas las sociedades, porque los niños nacen vulnerables, los adultos deben practicar el regalar unilateralmente hacia ellos. Las mujeres son socializadas hacia esta práctica que tiene una lógica transitiva propia. Los hombres son socializados fuera del comportamiento maternal y hacia una lógica auto-reflectiva de competencia y dominación. La lógica del regalo, funcional y completa en sí misma, es alterada y distorsionada por la práctica del intercambio que requiere cuantificación y medida, es adversaria, e implanta valores de auto-interés y de competencia para dominar. El intercambio, especialmente el monetario, el mercado y las economías capitalistas y coloniales que se derivan de ellos son formados en la imagen masculina de valores y recompensas. Por esta razón podemos caracterizar el capitalismo como patriarcal.

En la etapa presente del capitalismo patriarcal, las corporaciones se han desarrollado como entidades no humanas, sin cuerpos, hechas de acuerdo con los valores de dominación, acumulación y control, sin la racionalidad mitigante y la capacidad emocional que presumiblemente tendría un ser humano real.

Las corporaciones tienen un mandato interno de crecer o morir. Sin embargo incluso un intercambio de mercado simple se superimpone a regalar en todos los niveles, cancelando y ocultando sus valores y apropiandose de sus regalos, renombrándolos como sus ganancias merecidas. El trabajo gratis de las mujeres es un regalo de trabajo y ha sido estimado como añadiendo un cuarenta por ciento o más al PBN (Producto Bruto Nacional) incluso en las economías más industrializadas. Los bienes y servicios aportados por las mujeres a sus familias son regalos cualitativos que crean la base material y psicológica de la comunidad. Estos regalos pasan de la familia al mercado que no podría sobrevivir sin ellos.

La ganancia es un regalo forzado y oculto dado por el trabajador al capitalista. Ciertamente el mercado en sí mismo funciona como un parásito sobre los regalos de los otros. Mientras el capitalismo “evoluciona” y se esparce su mercado necesita los nuevos regalos, comercializando los bienes libres que ántes fueron compartidos por la comunidad o por la humanidad en general. Los métodos destructivos de apropiación que alimentan al mercado también crean la escasez necesaria para el intercambio basado en el parasitismo para mantener su control. Debido a que el regalar requiere abundancia, el parásito solo puede asegurar que el anfitrión que regala no logre poder, a través de la creación de escasez artificial y la monopolización de la riqueza.

El capitalismo patriarcal del Norte ha crecido exponencialmente al invadir las economías del Sur y extrayéndoles sus regalos. En el pasado continentes completos han sido apropiados, sus territorios y su gente divididos en propiedad privada de los colonizadores, y sus regalos comercializados. Hoy, en una nueva forma de colonización, el conocimiento indígena tradicional y las especies de plantas, así como los genes de los seres humanos, animales, y plantas están siendo patentados y privatizados para que los regalos del planeta y la humanidad pasen nuevamente a otro nivel, a las manos y ganancias de unos pocos. Los mecanismos de explotación son a menudo validados por las mismas instituciones que son establecidas para proteger a la gente. Las leyes son hechas para servir al parásito patriarcal y la justicia en sí es formada como en la imagen del intercambio, el pago por el crimen. Los defensores del capitalismo patriarcal existen a todo nivel en la sociedad desde la academia hasta la publicidad. El lenguaje en sí que ellos usan ha sido robado, la base común de sus significados distorsionada y robada al servicio de los perpetradores de la violencia económica. Entonces el “intercambio libre” imita al lenguaje del regalo y liberación mientras es realmente otra versión más de explotación y dominación.

Mientras el intercambio justo pareciera ser mejor que el intercambio injusto, no es la alternativa liberadora que buscamos. El intercambio en sí y no solo el intercambio desigual, debe ceder al regalar. La respuesta a la injusticia de la apropiación de los regalos abundantes de la mayoria no es una compensación justa en dinero efectivo por el robo sino la creación de economías y culturas basadas en el regalo donde la vida no es comercializada.

Mientras un cambio tan radical puede aparecer extremadamente difícil, es más “realista” que simplemente continuar con nuestros intentos de sobrevivir y cuidarnos entre nosotros en el mundo aterrorizante y destructivo, cada vez más tóxico que conocemos hoy, porque estos intentos están destinados a fracasar a largo plazo.

Las mujeres han trabajado para transformar los espacios políticos y han logrado ganancias importantes pero frágiles y muy disputados, en las últimas décadas al confirmar los derechos legales, sexuales y reproductivos, desafiar los fundamentalismos, oponer la violencia y la guerra, mejorar la educación, salud y condición económica de la mujer.

Estas luchas han abierto nuevos territorios mientras permanecen dentro del paradigma del intercambio. Nuestros éxitos y fracasos nos desafían e inspiran a buscar nuevos territorios reconociendo que “las herramientas de los amos nunca pueden ser usadas para desmantelar la casa del amo” (Audre Lorde).

QUEREMOS UNA SOCIEDAD LIBRE-DEL-MERCADO,

NO UNA SOCIEDAD DE LIBRE-MERCADO

QUEREMOS:

Un mundo de abundancia donde los cuerpos, corazones y mentes no dependan del mercado.

Un mundo donde los valores del regalar que cuidan sean aceptados como los más importantes, como los valores principales de la sociedad en todos los niveles.

Un mundo donde las mujeres y los hombres gocen el cuidar a los niños y a cada uno.

Un mundo donde todos puedan expresar su sexualidad en maneras que celebren la vida, donde su espiritualidad sea apreciada y su materialidad honrada.

Un mundo donde la confianza y el amor sean el líquido amniótico donde todos nuestros niños aprendan a vivir.

Un mundo donde los niños y las niñas sean socializados sin límites de género como los humanos que regalen desde el principio.

Un mundo donde la madre naturaleza pueda ser vista como la gran donadora, sus maneras entendidas y sus regalos diversos e infinitos celebrados por todos.

Un mundo donde los humanos y todas las especies puedan alcanzar su potencial máximo en interrelaciones en vez de su mínimo potencial en el parasitismo y la competencia.

QUEREMOS:

Un mundo donde el dinero no defina el valor ni determine la sobrevivencia.

Un mundo donde todas las categorías y procesos del parasitismo, del odio—racismo, clasismo, edadismo, prejuicio en contra de los discapacitados, xenofobia, homofobia—sean considerados como pertenecientes a un pasado vergonzoso.

Un mundo donde la guerra sea reconocida como una expresión de síndromes patriarcales e innecesarios de dominación y sumisión, en un ritual letal que es ridículamente sexualizado y que utiliza instrumentos fálicos y tecnológicos , armas y misiles de proporciones cada día mayores.

Un mundo donde la psicosis del patriarcado sea reconocida, curada, y ya no se  convalide como la norma.

Crearemos el mundo que queremos mientras mantengamos intacta y entera nuestra humanidad, humor y esperanza.

NB: este documento no ha sido patentado, comercializado, ni registrado. Cualquiera  puede usarlo. Por favor respete su integridad.




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